domingo, 4 de mayo de 2008

Perrea, perrea...





















Eso es lo que tenía en mente para este puente, descansar y vaguear bastante pero el miércoles al salir del trabajo nos encontramos en la calle al comino aquí presente y yo ni me lo pensé, ¿cómo se puede abandonar una cosa tan tierna? si me dijo el veterinario que tenía unoos 20 días. En fín, mejor ni pensarlo que me cabreo mucho...
Así que he pasado el puente entre biberones y dumiendo cada dos horas. Tengo ojeras, me duele la espalda, los brazos y todo me huele a leche en polvo. Vamos que ha sido la primera vez en mi vida que me he sentido partícipe en el día de la madre :)
Ya ha pasado a buen recaudo con alguien que se le puede quedar porque lo que es Lila no estaba muy por la labor. Y como no, después de 4 días tan intenso...he llorado al despedirme.
Y... por supuesto, volvería a hacerlo.