Siempre me he caracterizado por mis gustos "calurosos", pero últimamente ni mi cuerpo ni mi mente están respondiendo demasiado bien a este tiempo que nos acompaña. Ya he dado algún que otro espectáculo en la calle por bajadas de tensión y, para qué mentir, por no beber tanta agua como debería. Y es que mis gustos "calurosos" incluyen el ser de secano. Vamos, que aunque mi animal es el gato, debería sentirme más identificada con un camello...
Pero está claro, sin olvidarme de lo positivo, que esto no es lo único negativo que a mi, particularmente, me está regalando este tiempo: casi no pego ojo por las noches, mi apetito disminuye, la soledad en el trabajo, los/as niños/as andan alteradísimos... Y si al hecho de no descansar bien y tener unos días pésimos en el curro, le añadimos que llegas a casa un martes o un jueves (como hoy) y estos dos no están en la tele para animarte el final del día... Una mierda.
¿Y tú qué prefieres? ¿El calor y el pasteleo de Grey y compañía o el frío congelador de House? Yo visto lo visto, ni frío ni calor, me quedo con la primavera...