REENCUENTROS

Esta semana han comenzado mis tan esperadas vacaciones y como siempre, lo del descanso no entra dentro de mis planes. Si a mi forma de ser inquieta, le añadimos lo mucho que me cuesta la convivencia con mi hermano, el resultado es un no parar por casa. Pero ha merecido la pena porque los reencuentros veraniegos me encantan. Durante el año estamos demasiado ocupados para todo y he de decir que además cuando estoy currando me pongo en plan "perra" (o lo que es lo mismo, que no me apetece hacer nada) y luego me arrepiento. Así que estos días los he aprovechado para ver a dos personas muy especiales para mí y con las que he compartido muchos buenos momentos. Y siempre me pasa lo mismo, cuando me decido a quedar, me lo paso muy bien y nos decimos que tenemos que quedar más a menudo. Pero luego otra vez la misma historia hasta que nos volvemos a ver. Pero, bueno, hay cosas que nunca cambian, así que me quedaré con esos buenos momentos que pasamos cuando nos juntamos, aunque no sean tantas las veces como me gustaría...