domingo, 9 de julio de 2006

ARÉVALO

No podía menos que dedicar unas letras a uno de los lugares en el que más me gusta estar... Y es que este fin de semana, después de mucho tiempo, he vuelto a visitarlo. Su olor, sus calles, su gente... parece mentira pero siempre que estoy allí es como si no hubiese pasado el tiempo y yo fuese la única que ha cambiado. Cada vez que voy es un "viaje al pasado" con muchos reencuentros y recuerdos y es una sensación... que me encanta.
Este fin de semana era el último de las fiestas y he notado que estoy muy desentrenada en eso de no dormir y beber. Aún así fuí capaz de aguantar despierta hasta el primer toro o lo que es lo mismo, hasta las 9 de la mañana y para llevar tanto sin ir por allí, es todo un logro. A pesar del estado actual de mi cuerpo, del sueño que tengo y de alguna otra cosilla más... me lo pasé bastante bien. Echaba mucho de menos todo aquello, sobre todo a mi gente más cercana. Y aunque siempre me vuelvo con el mismo sentimiento y lamento ir de tanto en tanto, es inevitable que las cosas cambien. Pero... espero poder volver pronto.

4 comentarios:

Alonso Sevillano dijo...

Los pueblos es lo que tienen, atesoran de todo, guardan celosos parte del pasado colectivo y personal. El problema es cuando nos anclamos en ese pasado y nos negamos por principio a avanzar.
Beijinhos

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